“¡Cuánto necesita el mundo de hoy la misericordia de Dios!”, exclamaba Juan Pablo II en su viaje a Cracovia, en agosto de 2002, durante el cual confió el mundo a la Misericordia Divina. De este modo, hacía eco al mensaje recibido por sor Faustina, en 1931 y años siguientes, y consignado por ella en su Pequeño diario. Hélène Dumont nos presenta los grandes temas del Pequeño diario, y los vincula, con una gran sensibilidad espiritual, a la Palabra de Dios, de una manera tan pedagógica que permite profundizar en el misterio de la misericordia divina. De esta forma conduce al lector a través de un retiro espiritual de nueve días, a vivir el encuentro con Jesús misericordioso.